Isla de Parque Jurásico

San José, 5 feb (Prensa Latina) Aunque los tiranosaurios, triceratops y cuellos largos son fruto de la animación por computadoras, la belleza de la isla costarricense donde se filmó la primera parte de Parque Jurásico no tiene nada de fantasía.


Ubicada en el océano Pacífico a 532 kilómetros de la costa ticay perteneciente al cantón de Puntarenas, la Isla del Coco llamó la atención de los directores de la franquicia hollywoodense por su aislamiento geográfico y alta preservación de la flora y la fauna.


Sin embargo, ese lugar era famoso desde mucho antes entre piratas y bucaneros de la zona, quienes incluso utilizaban sus puertos naturales para reabastecerse u ocultar objetos de valor.


Algunos creen que allí está enterrado el tesoro de Lima, compuesto por una veintena de baúles que habría robado el capitán inglés William Thompson y su tripulación a la corona española en 1820.


Más allá de las leyendas, el sitio alberga un gran número de plantas y animales endémicos, por lo que fue declarado Parque Nacional y Patrimonio Natural de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura desde 1997.


Este espaciose ha convertido en un laboratorio de la evolución, con unas 100 especies de aves, de ellas tres únicas; cinco de reptiles (dos), y 400 de insectos (65).


Pese a que permanece deshabitada y lo más cercano a un dinosaurio que se puede encontrar allí es la Anolis townsendi, una lagartija de unos 10 centímetros de largo, la Isla del Coco sigue atrayendo a exploradores, científicos y turistas en busca de sus múltiples tesoros.
(Tomado de Orbe)